Entonces te das cuenta de que el oleaje va cambiando que la marea va subiendo. Divisas las olas más lejanas, ves el tamaño de las olas y sonríes sin poder evitarlo.
El mar está increíble para hacer surf. ¿Por qué no probar?.
Coges una tabla, la limpias con aceite de piña, te la abrochas al tobillo y sales en busca de la aventura marina.
Dejas la tabla en el mar y te tumbas en ella, poco a poco, a remo, vas entrando al agua. Primero una mano, luego la otra, y así varias veces. Cuando llega una ola pero esa no la quieres coger solo tienes que parecer un patito,hacer presión sobre la punta de la tabla y meterte por debajo de ella, y vuelta a remar hacia el fondo.
Una vez veas la ola que quieres solo es girarte y remar hacia fuera hasta quedarte dentro de esa ola, levantarte y mantener el equilibro con pies y manos, tocando el agua con la mano de dentro. Y disfrutar.
Disfrutar de la ola, disfrutar del mar, disfrutar de la vida sin tener el miedo a caer.
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